Lava la zona con agua tibia y jabón neutro, seca con toques suaves y aplica una capa fina de crema recomendada por el tatuador.

No durante al menos 3-4 semanas. El sol, el agua salada y el cloro pueden dañar el tatuaje y aumentar el riesgo de infección.

La piel superficial suele sanar en 2-3 semanas, pero la curación interna puede tardar hasta 2 meses. Durante ese tiempo, el color puede verse apagado o con pequeñas descamaciones, pero es parte del proceso normal.

Sí, durante los primeros días es normal que salga un poco de tinta sobrante mezclada con plasma. También se formará una fina costra, que no debes arrancar. Deja que se caiga sola para no dejar marcas ni perder pigmento.